Imagina que durante toda tu vida has sido prisionero
en el fondo de una caverna subterránea. Tienes encadenados los pies y las
manos, mientras que tu cabeza está sujeta de tal modo que no puedes ver más que
la pared del fondo que queda frente a ti. A tu espalda se ha dispuesto un fuego,
y entre tú y el fuego una especie de camino a lo largo del cual unos hombres
muestran todo tipo de objetos. Las
sombras proyectadas en el fondo de la caverna de tales objetos son lo único que
tú y tus compañeros conocéis, lo único de lo que habéis hablado y en lo único
en lo que habéis pensado.
Imagina ahora que uno de los prisioneros se libera
de sus cadenas y se levanta. Poco a poco, y con dificultad, comienza el ascenso
desde el fondo de la caverna. Al principio deslumbrado por el fuego y
confundido con los hombres que pasean los objetos. Debe habituarse a su nueva
situación, consciente del origen de las sombras que había tomado por reales. Lentamente,
afirma Nigel Warburton, “se va haciendo consciente de la pobreza de su vida
interior”. Finalmente, y con mucho esfuerzo, consigue salir de la cueva y,
expuesto a los rayos del sol, queda nuevamente deslumbrado. Pero cuando sus
ojos logran acostumbrarse a la luz, contempla las realidades de las que hasta
el momento solo conocía las sombras, y de las que han sido privados sus
compañeros de cautiverio, y descubre el sol que las hace visibles.
Pero aunque parezca mentira, el antiguo prisionero
que ha descubierto un mundo tan extraordinario decide, ansioso, que debe
compartir su descubrimiento. Cómo no regresar con sus compañeros para decirles:
“estáis locos de seguir encadenados ahí abajo y de dejaros engañar por las
sombras”. “Pero no veis lo ignorantes que sois”. Vuestro mundo es una mentira,
un gran engaño.
Así que, el antiguo prisionero vuelve a descender a
la caverna, pero como ahora no está acostumbrado a la oscuridad va dando
traspiés en su descenso, convirtiéndose en el hazmerreír de todos. Piensan que
su viaje le ha trastornado y que, por las cosas que les cuenta, se ha vuelto completamente
loco.
En el mito de la caverna, que aparece reflejado en
el libro VII de La República, Platón
expresó que hay hombres que prefieren la oscuridad de sus prejuicios al
resplandor de la verdad. De esta manera, el discípulo de Sócrates, equipara la
situación de nuestra naturaleza en el mundo con la que padecen los prisioneros
atados desde la niñez en el fondo de una caverna.
Es evidente que la intención del filósofo ateniense
es la de presentarnos un retrato de la condición humana: sin educación, las
personas dan por real lo que solo son conjeturas, sombras, imitaciones.
Solamente a través de la educación, de la buena educación, será posible superar
esta confusión.
De ahí que para Platón, la filosofía consista en una
actividad, en un proceso, en una ascensión en la que lo que cuenta es la
marcha, el camino hacia el exterior. Roger-Pol Droit afirma que “el filósofo no
es un antiguo prisionero sino más bien un eterno fugitivo” que, aun a riesgo de
que lo tomen por loco, e incluso intenten acabar con su vida, decide regresar
al interior de la caverna para intentar convencer a sus antiguos compañeros de
que existe una realidad distinta a la que ellos conocen. Y es que la filosofía,
como afirma Fernando Savater, “es siempre cosa de dos”; sin el otro no hay
filosofía que valga, porque para Platón, pensar significa introducirse en una
conversación, participar: “quién ha contemplado una vez la verdadera realidad
de las cosas no puede guardarse esta experiencia para él solo”, nos dice Jeanne
Hersch en El gran asombro.
Pero para salir de la caverna, uno tiene que
pensárselo mucho. ¿Es posible, e incluso deseable, abandonar este mundo feliz?
¿No será más conveniente seguir estando ocupados en algo, aunque no sepamos en
qué? ¿No es más sencillo continuar disfrutando de la representación en el patio
de butacas como meros espectadores, tomando como real lo que solo es una
ilusión?
Y en el fondo, ¿tiene sentido hablar de un mito que
se escribió hace más de 2.500 años? ¿No estará pasado de moda? ¿Existen
actualmente habitantes en la caverna? ¿Quiénes son? ¿Cuántos hombres hay
viviendo en las sombras? ¿Es aconsejable releer un libro de filosofía en esta
“civilización mundial telemática”, como la llama Peter Sloterdijk, que acaba de
nacer?
Es evidente que los habitantes de la caverna se han
multiplicado por millones, y que continúan atados, limitados, organizados, en
torno a una imagen que “vale más que mil palabras” y que representa nuestra
cultura occidental. Y es que el conocimiento no consiste únicamente en lo que
percibimos sino en aquello que puede ser comprobado, puesto en duda, criticado,
apaleado, desmontado, argumentado y contra/argumentado a través de la razón.
Parece ser que lo que ahora importa en “Telépolis”, como lo llama Julio
Quesada, no es el conocimiento sino “la opinión pública”.
Imagino que todo el mundo conoce el final de la
alegoría platónica. El prisionero liberado que regresa a la caverna es
asesinado por sus compañeros que prefieren no creer sus historias y permanecer
al amparo de las sombras. De esta manera, la muerte del protagonista le convierte
en inmortal.
Platón escribe el mito de la caverna para llevar a
cabo un ajuste de cuentas con la sociedad democrática de su tiempo que condenó
a muerte a su maestro Sócrates en el 399 a.c. Su crimen, “bajar la filosofía
del cielo, buscarle acomodo en las ciudades, e introducirla en los hogares”,
como muy bien dice Cicerón en Tusculanas.
O en otras palabras: descender hasta lo más profundo de la caverna y aceptar,
de una manera consciente y responsable, la muerte como liberación, como
ejemplo, como emblema.
Si es cierto, como dice Burnyeat que “siempre hay
alguien, en alguna parte, leyendo La República”, tal vez, y solo digo, tal
vez, aun no esté todo perdido.
Enrique López
“Muchas verdades que creemos dependen del punto de vista” Maestro Yoda. El lo sabía
ResponderEliminar“Ten muy presente que tu efoque determina tu realidad” Maestro Yoda. Él lo sabía.
ResponderEliminar¿Tú crees que deja de enseñar solo porque su estudiante no quiere escuchar? Un maestro Yoda es. Yoda enseña como los borrachos beben, como los asesinos matan. Claro que lo sabía
EliminarEn ocasiones "el sueño de la razón produce monstruos" ... Salir a la luz es un acto de valentía pero, al igual que le sucedió al cautivo liberado, el conocimiento de la verdad puede resultar cegador. Intentar cambiar el pensamiento de nuestros semejantes puede ser peligroso. Persistir en la idea preconcebida, inculcada, cómoda, es condición humana, como lo es el instinto de protección.
ResponderEliminarLa caverna siempre fue, es y será un lugar acogedor para el ser humano. Ummm que calorcito ....
Maestro, te has salido. Por cierto, ¿No querías caldo? pues toma dos tazas:
ResponderEliminar"Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error."
El autor de esa cita, querido Pedro, fue vencido por el error cuando creyó encontrar la verdad. En Vitta Brevis, un libro de J. Gaarder, está la clave.
EliminarEstamos en una época transitoria, entre una etapa que se resiste a acabar y otra que no se decide a empezar. De nosotros depende acelerar ese proceso y dar paso a aquello que tanto demandamos. Pasar de la protesta a la propuesta. Lo que pueas, donde puedas, cuando puedas, formando parte de la solución. Claro que es posible...pero para ello primero debemos salir de la vida simple y tranquila que vivimos en nuestra cueva...nuestra vida ya establecida desde que nacemos hasta que morimos..debemos recuperar lo que la filosofía nos ha "recordado" antes de cada uno de los grandes cambios de la humanidad...volver a sacar del baúl de los recuerdos lo ya aprendido y que generación tras generación vamos olvidando. Salgamos una vez mas de la cueva!!,
ResponderEliminarTodo sueño, querido David, es la realización de un deseo, ya lo decía Bretón.
EliminarBuenas tardes Enrique,
ResponderEliminarTe puedo asegurar que no eres el único al que se le ha pasado la clase volando, y también te puedo asegurar que es la primera vez que me pasa en filosofía.
A lo largo del cuento según ibas avanzando me iba imaginando lo que podía suceder haciendo un símil con el gobierno actual de Venezuela y la situación que se vive, es que es prácticamente igual.
Para ponerte en situación, en mi opinión, los ciudadanos, por supuesto, son los prisioneros, y la caverna es el país, por decirlo de alguna manera, el gobierno sería la gente que los tiene presos, y los medios de comunicación o la tecnología, sería el fuego.
En Venezuela, en las pasadas elecciones ganó el sucesor de Chávez, Maduro, un hombre al que se le aparecen pajaritos, bueno el tema no es el estado psicológico de este señor, sino las elecciones. Después de que se hubiese finalizado la votación, en el momento del recuento de votos, TODO el país se quedó sin luz, ¡la cortaron! ¿Para qué? Muy sencillo, cuando hay elecciones aquí, sean municipales, autonómicas, generales... todos nos pegamos a la tele, ordenador, móvil, cualquier dispositivo que nos pueda facilitar la información que estamos esperando. Allí no podía hacer eso, nadie supo nada hasta que volvió la luz y apareció en la tele Nicolás Maduro, como vencedor. He conocido testimonios de gente que estuvo presente en el reencuentro y afirman que muchos votos que no eran para Maduro, se contabilizaban como votos a su favor, las cifras rondan casi medio millón de votos manipulados de este modo, lo necesario para ganar.
Si entramos en alguna página que nos facilite datos de nivel económico, de nivel de pobreza, de lo que sea, en el caso de Venezuela o no hay datos, o lo más probable y seguro es que sean falsos.
Bueno que me voy del tema, Hace no mucho, en vacaciones de verano, estuvo en casa una compañera de universidad de mi madre, con su marido y sus tres hijas, que todavía vive ahí, y es que en clase estaba flipando, el prisionero que sale de la caverna, para mi era esta familia!! Aquí les era todo tan diferente a lo que están acostumbrados que parecía que estaban en una realidad que no conocían.
Mi madre es venezolana, cuando acabó la carrera se vino a España, es por eso que se como funciona el gobierno allí y cada poco tengo noticias de la situación en Venezuela; precisamente fue otra compañera de mi madre de universidad la que en una visita a "otra realidad" me trajo la camiseta de la vino tinto.
Con casi 16 años no conozco la cuidad donde ha vivido mi madre media vida, ni tan siquiera el país; y es que a la caverna no creo que nadie quiera ir, más que nada porque no sabes si vas a poder volver...
Me parece extraordinaria la manera que tiene platon de decirnos que somos actores de la pelicula de nuestra vida , pero de lo poco conscientes que somos de ellos ... Pensamos que todo lo habido y por haber esta en nuestras manos , que no hay mada que se nos escape porque nosotros somos la fuerza terrenal mas fuerte no? Y porque no nos paramos a pensar que tal vez esto es como ( no te rias ) el show de trueman , el protagonista piensa que esa es su verdadera vida y que no hay nada mas ... Todo lo que ve todo lo que hay en su alrededor lo corrobora ! Pero de repente un dia comienza a plantearse ciertas cosas a las que no encuentra explicacion en su mundo "ideal" y es entonces cuando abandona esa tranquilidad en la que ha vivido durante toda su vida para ir mas alla para buscar la verdadera libertad ! La emcuentra se da cuenta de que tan solo es un estudio de grabacion m gigantesco si , lleno de vida pero poco real ... Y esque lo que realmente es no son las cosas sino las ideas cono dice platon.
ResponderEliminarY si ,,, acabo de comparar el show de trueman con el mito de la caverna , no te enfades mucho conmigo por esto jajajja
MartaSanchez Garcia 1 BACH B
A pesar de que El Mito de la Caverna fue escrito hace muchísimo tiempo se ve reflejado en la sociedad actual, y lo seguirá para siempre. En todas las épocas encontramos que la mayor parte de las personas aceptan su vida tal y como les viene, dentro de esa burbuja en la que han estado desde que nacieron. No piensan que puede haber otra realidad, fuera de la caverna, mucho mejor que la que se está viviendo dentro. Es mucho más cómodo mantenerse aislado de todo y dejar de hacerse preguntas, que cuestionarse lo que se da por sentado para sacar nuestras propias conclusiones. Esta actitud crítica está presente cuando somos pequeños ya que nos preguntamos el por qué de las cosas. Entonces, nuestros padres nos responden de forma imprecisa y dandonos su percepción de las sombras que ven en la pared. Ante este tipo de respuestas, poco a poco vamos abandonando esta actitud hasta olvidarla completamente.
ResponderEliminarPor otra parte, no me parece nada descabellada la idea de Marta y la comparación que ha hecho entre El Show de Trueman y El Mito de la Caverna puesto que tienen muchos puntos en común y la película nos ayuda a entender lo que nos quiere decir Platón. Que es que si no cuestionamos todo lo que nos rodea, manteniendo una actitud filosófica, estaremos a la deriva en manos de los gobernadores y dirigentes del país y del mundo sin tener una verdadera opinión y sin vivir la verdadera realidad.
Nora Nelly Megía Flores 1º BACH B
Ayer nos dejaste con la intriga acerca del final del Mito de la Caverna, hoy, dispuesta a conocer este final, me he visto a mi misma entrando en la web los ojos de logos. Mayor aun ha sido mi sorpresa al descubrir el final de Mito ya que los prisioneros no reconocen a su compañero ni su voz pues esta distorsionada por el fuego y por el eco de la cueva.
ResponderEliminarEs cierto, que este Mito se asemeja de forma increíble a la sociedad de hoy en día, y aunque se podrían dar millones de ejemplos, a mí me gustaría comentar uno en particular que es más cercano a nosotros: La escuela. Nosotros los alumnos, como los prisioneros damos por hecho todo lo que vemos y oímos, que sería lo que los profesores nos dicen y nos enseñan, sin embargo, hasta que no salimos de la cueva y nos enfrentamos a la realidad o como diría Platón al ‘mundo inteligible’ no somos conscientes de todo, y aun así nos quedaría mucho por aprender, pero aprender de forma autodidacta ya que no se nos puede enseñar a vivir la vida.
Cada persona, concibe la realidad de una forma, debido a sus experiencias, creencias, sus sentidos y su uso de la razón, y eso es lo que nos hace especiales a cada persona, ya que si todos viésemos todo de igual forma, quien me podría asegurar que estaríamos donde estamos ahora con tantas cosas buenas (y malas) creadas por el hombre?
Creo, que puedo asegurar que ni siquiera los hombres dentro de la cueva, prisioneros de una realidad ficticia pero verdadera para ellos, concebirían esa realidad de igual forma, aun estando sentados unos al lados de los otros.
Ángela Giménez Sánchez 1ºBACH A
“La Filosofía es un ir de camino buscando” Jaspers
ResponderEliminarEl Mito de la Caverna, escrito por Platón hace mucho tiempo, podría ser un calco de la realidad de hoy en día.
Este mito nos muestra como unos prisioneros poseen una actitud semiignorante; es cierto que estando encerrados en una caverna, poco podían conocer, lo más que podían hacer era interpretar las sombras que la luz del fuego reflejaba en la única pared a la que ellos podían mirar; difícil era que se cuestionaran por la vida si no habían salido de allí jamás, pero, desde el momento en el que uno de ellos sale poco a poco de la caverna y comienza a ver la luz del exterior, empieza a pensar, se da cuenta de que la vida que ha vivido es una mentira, que la realidad es lo que esta fuera, lo que el acaba de ver; en ese momento se podría decir, debido a que empieza a cuestionarse el por qué de las cosas, que empieza a tener una actitud filosófica. Más tarde, vuelve a entrar en la caverna bajando por la cuesta hasta llegar a donde estaban sus compañeros, ¿para qué?, pues para contarles, describirles, informarles cómo es la realidad, para demostrarles que la vida que han tenido ha sido una vida basada en apariencias, en sombras, y que la realidad es más que eso, que para conocerla hay que subir una larga cuesta, que aunque cueste subirla, merece la pena porque lo que hay fuera es increíble. A pesar de las ganas y la pasión que puso el prisionero libre al contarle a sus compañeros la verdad de la vida, estos se creen que ven la realidad cuando en verdad, no es así.
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ResponderEliminarSegún la teoría de Platón, “la teoría de las ideas”, la verdadera realidad son las ideas, de dónde nacen las cosas. El prisionero libre, al ver cómo es el mundo exterior, se le ocurren unas ideas, a las que el extrapola los atributos que el quería, de modo que, el veía la realidad exterior como la perfección, cuando, tal vez, no lo era.
A lo que quiero llegar es a que lo primero que el hombre que ha de hacer es tener una actitud filosófica, investigar, cuestionarse las cosas, una vez hecho eso, preguntarse si en verdad todo lo aprendido es lo correcto; normalmente, cuando aprendemos de la experiencia, es mejor, y que tanto teniendo una idea positiva y otra negativa de las cosas, hay que cuestionarse si son o no son la realidad, pero siempre optando a una actitud filosófica.
Como he mencionado en el primer párrafo, la realidad es un calco del MDLC; hoy en día, muchas personas se creen que la verdad es lo que aparece en los medios de comunicación, que todo lo que vemos en la televisión o que leemos en el periódico es verdad, que nadie pretende ocultarnos la verdad de las cosas; ¿es esto correcto?, en mi opinión no, y por eso relaciono la realidad con el MDLC; la gente debería, además de leer e informarse a través de los medios de comunicación, investigar sobre lo que se ha aprendido, para saber si es verdad, o si lo que pretenden el Estado y los “superiores” es ocultarnos la verdad de la realidad (a los prisioneros les querían ocultar la realidad y hasta que uno de ellos sale y descubre como es el mundo de verdad, se da cuenta de la farsa que ha vivido).
Ya para finalizar, me reengancho a la primera frase de este comentario: “La Filosofía es un ir de camino buscando”; para mi esta frase es clave para describir la trayectoria del prisionero liberado. Él comienza a filosofar cuando decide ir en búsqueda del origen de la luz y de las sombras, comienza a subir la cuesta, BUSCANDO, pasa el fuego, pero ve otra luz, la de la salida de la caverna, sigue subiendo, cada vez le cuesta menos, pero aun así le cuesta. Cuando llega arriba se le ciegan los ojos de la cantidad de luz que hay. Ha terminado su camino cuesta arriba, su camino de búsqueda, su camino para encontrar la respuesta de sus preguntas; pero, cuando él decide volver para contarle a sus compañeros lo que ha visto, apenas le cuesta bajar la cuesta, porque lo difícil ya estaba superado, el IR DE CAMINO BUSCANDO. Una vez encontrado lo que quería, deberá subir más caminos en busca de otras respuestas, ya que NUNCA sabremos todo lo que se puede saber, por lo tanto, esa cuesta, ese camino, jamás se acabará.